POLEMICA EN LA COFRADIA POR EL CAMBIO DE LAS FIESTAS

[jgarrido]

El pasado día 21-7-10 se personó en mi casa Juan Simón, redactor del periódico “El informal segorbino”, con ánimo de corroborar los datos de que disponía:
- que la Junta de la Cofradía de la Virgen de Gracia habíamos dimitido debido al desacuerdo con el cambio de fechas de las fiestas de Altura
- Que mas de 100 cofrades habían devuelto la cuota en solidaridad con nosotros.

Yo, al oír sus erróneos argumentos, me dispuse a responder a sus preguntas con ánimo de aclararle, a él y al pueblo de Altura, nuestra postura.
Durante barios meses se realizaron reuniones con el párroco y el Consejo Eclesiástico donde se nos informó que las fiestas para el 2010 no se podían cambiar ya que el calendario eclesiástico estaba confeccionado el párroco propuso establecer una mesa de trabajo conjunta: consejo parroquial, junta de la cofradía, consejo escolar, ayuntamiento, representantes de los garitos y asociaciones, para acordar y confeccionar el programa de fiestas para el 2011, ajustándolo al gusto y opinión de todos. Idea que nos gusto.
Se redactó una carta explicando esta propuesta (de acuerdo el párroco, la junta de la cofradía y el consejo parroquial) para entregar en el ayuntamiento, pidiendo a éste que aplazara el cambio para el 2011.
En ningún momento yo dije que había un acuerdo con el Ayuntamiento y de hecho, en el artículo publicado en “El informal Segorbino” se contradice ya que en el 3º párrafo dice que en el acuerdo no figuraba el ayuntamiento y en el 5º que sí estaba de acuerdo.
La carta a la que he hecho referencia quedó en manos de Don Juan Manuel Olivares, párroco de Altura, para pasarla a limpio y quedamos en reunirnos el día 24 de junio para entregarla al Ayuntamiento. Esta reunión no se celebro , pasando a convocarnos directamente el día 12 de julio, día establecido para la reunión con el Ayuntamiento, y en la cual nos quedamos perplejos al oír la decisión del párroco: “sin consultar ni informar a la junta de la Cofradía ni al Consejo Parroquial he tomado la decisión de cambiar las fechas este mismo año”. Respecto a esta frase sí que dije que el párroco actuaba con autoritarismo (y me ratifico) pero nunca salió de mi boca que lo hiciera en beneficio e interés propio y tampoco que no actuara como un religioso.
Yo pretendía aclarar nuestra dimisión y la posible causa de la baja de los cofrades, no molestar a nadie. Pero hay quien necesita que exista noticia y tragiversa, retuerce y dice las cosas de manera que parecen distintas, porque sino no hay conflicto y sin conflicto no hay noticia, porque ¿qué importancia tiene que se cambien las fechas de las fiestas de un pueblo si no es por la polémica? Y de eso se han encargado de que haya noticia, y en parte de convertirnos en la comidilla de la comarca ¿Es eso lo que queremos? ¿Ser noticia porque discutimos y nos enfrentamos por una cosa tan banal?
Es verdad que es lamentable que personas que estamos trabajando duro por las fiestas mientras los demás disfrutan no tengamos potestad para decidir, o al menos, para que se tenga en cuenta nuestra opinión, sobre el cambio de las fiestas. Somos nosotros, al fin y al cabo, los encargados del trabajo duro (montar y desmontar andas, bajar la Virgen del camarín, subirla al altar, volverla a bajar del altar para subirla al anda y después la operación inversa, pinchar las flores en las andas y maceteros, montar mesas para las calderas, organizar, encargar y repartir las calderas, organizar la procesión en la calle...) todo esto mientras el resto de la población disfruta estos días de la ofrenda misas procesiones castillos de fuegos y de las comilonas, sobremesas y del descanso, parte de estas cosas nosotros no podemos hacer.

Es cierto que lo hacemos de manera voluntaria y altruista pero no es menos cierto que ya que somos los que trabajamos, consideramos que también nos merecemos cierto poder de decisión o, como mínimo, que se nos informe antes de la decisión del párroco y no llevarnos la sorpresa a bocajarro de que barios meses de reuniones no han servido para nada.

También se nos acusa de obstaculizar el cambio de las fiestas, en la junta de la cofradía, tenemos opiniones distintas, unos estamos a favor del cambio de las fiestas y otros en contra, como en cualquier otro grupo, como: amas de casa partidos políticos, jubilados y dentro de la misma cofradía, existen opiniones varias pero debemos de respetar las opiniones de cada uno.

Respecto a la encuesta ( no vinculativa ) que se celebró hace aproximadamente un año y medio para consultar sobre el cambio de las fechas de las fiestas creo que se realizó de manera apresurada e inadecuada: no se convocó a todos los cofrades, ya que algunos de ellos ni viven, ni han nacido ni son descendientes de Altura pero el fervor hacia la Virgen de Gracia hace que sean miembros de la Cofradía desde hace 50 años y todo se hizo tan rápido (con cambios de fechas repentinos y mal anunciados ) que no se dio tiempo a avisar a los cofrades para que estas personas pudieran venir a votar, además de que las condiciones para poder ejercer el derecho al voto que puso el ayuntamiento eran bastante complicadas: tenías que justificar por medio de testigos que tenía una vinculación con Altura ¿? Y por el contrario en el censo se incluía a personas que viven esporádicamente en altura y que no deberían de poder decidir, sobre nuestras fiestas patronales.

Para finalizar responderé a otra opinión que ha llegado a mis oídos: se nos ha acusado de oscurantismo porque no se hacen asambleas generales para dar información a los cofrades, y a la junta se la elige de modo poco claro (como vulgarmente se dice “a dedo”) desde siempre la junta de la cofradía a sido un grupo de Gente asociada para contribuir a la realización de las fiestas, somos un grupo, sin legalizar como asociación, y en el que se eligieron barias personas para estar al frente y únicamente cuando se van cansando, se retiran y son sustituidos por otro voluntario que esta dispuesto a trabajar duro, es verdad que seguimos una tradición anticuada y no nos hemos actualizado, pero no estamos ahí para lucirnos sino para trabajar, aunque sí es cierto que manejando y viviendo cerca de la Virgen de Gracia, siendo ésta nuestra única ventaja.

Lamento la actitud del párroco y la de las personas que han crispado el tema y se han enfrentado con otros, aunque al final los resultados son de mi agrado.
Vivamos las fiestas como se han dejado, sin enfrentamientos. Ojala que la próxima vez que Altura salga en los periódicos sea por las maravillosas fiestas que hemos conseguido hacer, participando todos en todos los actos (esto incluye a la gente joven para que empiecen a asistir a disco móviles y verbenas, en lugar de quedarse en los garitos) y acogiendo al que viene de fuera.

Me siento orgulloso de haber tenido la oportunidad de trabajar por y para la Virgen de Gracia.